poema Código de iot

Comentarios literarios

lunes, junio 01, 2009

Sergio Ramón Fuentealba - Concepción, Chile (1934-2009 )

Sergio Ramón Fuentealba

Vendrán otros y hablarán de tu obra. Yo hablaré de tu persona, de tu carácter afable y gentil, de tu sonrisa y dulzura.

Nadie como tú me estimuló en mi trabajo poético, nadie como tú me dirigió palabras bálsamo en el ajetreo cotidiano y literario, en breves e intensas charlas. Recuerdo palabras sanadoras, manos amigas y cercanas. Hablo de empatía y corazón. Hablo de la alegría de compartir la literatura y compartirla con grandeza. Otros vendrán y hablaran de tu obra. Yo me uniré, al espíritu doliente de tus próximos, a la congoja de tus compañeros queridos. Tu espíritu reposa en alto cielo, ajeno a la prisa demoledora del tiempo actual, aquella que impidió que nos detuviéramos a conversar en la esquina de Colo-Colo y Barros Arana. Amplias sonrisas y brazos alzados se saludaron efusivos sin pensar que sería la última vez que se encontrarían en la vorágine de una impasible vereda penquista un mediodía de abril. La madrugada en desvelo me envuelve en confusa nostalgia.

Nos conocimos en la Fundación Álvarez en una Feria del Libro que organizaste años atrás. Participé en uno de los recitales. Ese encuentro fue inolvidable, tus palabras entusiastas, tu rostro feliz, tu palabra generosa y ese cálido apretón de manos bastaron para que te quedaras en mi corazón. Sucesivos eventos culturales y literarios nos reunirían en otras ocasiones. Ahí estaba tu brazo cálido, tu sonrisa espléndida, luminosa como tu palabra. Inolvidable como tú. Sergio Ramón Fuentealba, tu espíritu vivirá para siempre. Feliz y dulce viaje.

Ingrid Odgers

Un 6 de febrero de 2004, Matías Cardal escribió:

Conocí a Sergio Ramón Fuentealba Moreno en octubre del año 1985. Yo era rector del Liceo Vicente Alberto Palacios Valdés, de Tomé, cuando él solicitó una audiencia para ver la posibilidad de presentar la obra de teatro La Ventanilla, de Jean Pardieu, en una sala del establecimiento.

Había nacido este escritor en Concepción, el 23 de diciembre de 1934, en la calle Freire, a media cuadra de Colo-Colo, en una casa que su padre arrendaba a Tomás Mora Pineda.

Estudió en los Padres Franceses de Concepción, y en 1950 pasó al Liceo de Hombres Enrique Molina, colegio donde fue alumno de René Cánovas Robles, quien lo incentivó en la lectura de obras literarias, lo que lo marcó para toda la vida, convirtiéndose, desde aquellos lejanos tiempos, en un verdadero devorador de libros.

Siendo muy niño, solía viajar a Tomé para pasar algunos fines de semana en casa de su tía Olga Moreno de Moena. A la edad de 21 años, en 1955, se traslada a Santiago, año en que allí conoce a Teodoro Lowey, el actor y director, por ese entonces, del Teatro de Ensayo de la Universidad Católica.

Durante un año estudió teatro en su Academia, deslumbrándose con esta actividad. Su primera participación importante como actor, interpretando el papel de un juez, fue en la obra El Licenciado Pathelin, una obra anónima de la Edad Media.

En 1958 -estando todavía en Santiago- comenzó a escribir artículos sobre la actividad teatral en el diario Crónica de Concepción. Al año siguiente, está de regreso en la zona y empieza a escribir para el diario El Sur, una columna con el nombre de Correo Teatral.

En 1962, crea el programa El Teatro en la Radio, que dura hasta 1973. Paralelamente dicta en la Universidad Penquista un curso sobre Historia del Teatro y crea La Pequeña Compañía con Fernando Farías y Pedro Villagra. Sergio Ramón Fuentealba entra en el fascinante mundo del teatro y la bohemia. Su vida se desliza, entonces, entre alegrías y tormentas.

En 1985 comienza a visitar nuevamente Tomé y el 13 de octubre de ese año presenta en varios lugares la obra La Ventanilla y forma -ya radicado en Tomé- junto a entusiastas actores aficionados -Rubén Espejo, Carmen Baeza, Rolando Saavedra, Américo Caamaño, Humberto Cárter Galloso, Jorge Rubilar y otros- el Teatro del Litoral que -bajo su dirección- prepara el estreno de mi obra Caleta Bagres, premiada en el concurso anual de la Municipalidad de Santiago, la que tuvo una gran acogida, desde su estreno, en el Teatro Tomé hasta sus presentaciones en el teatro del Colegio Médico, de Concepción.

Sergio Ramón Fuentealba ha publicado numerosos artículos y entrevistas a personajes, parte de los cuales han visto la luz en numerosos folletos y libros, entre los cuales sobresalen Volodia Teitelboim, Gonzalo Rojas, Poeta en su Torreón, Crónicas Penquistas y Refrescando la Memoria. Sobre este último libro, Justus escribió en el diario El Sur: "Se leen con rapidez los distintos artículos en este pequeño libro, que es un solaz en medio de tantos afanes y preocupaciones del diario quehacer".

Como autor teatral, estrenó con éxito, en 1996, su obra Huellas en el Cemento y en 1997, Las Pascualas Encantadas.

Fue galardonado con el Premio Nacional de Arte y Cultura de Tomé el año 2002. Actualmente vive con su familia en Tomé, en las hermosas lomas de Veguillas, y continúa escribiendo para diarios y revistas regionales interesantes comentarios y lozanas crónicas.

Fuente: Web



1 comentario:

Anónimo dijo...

Me impresione al ver tu escrito Ingrid. A Sergio Ramón Fuentealba lo conocí desde niña, amigo de mi familia lo vi muchas veces en esas eternas tertulias que se hacían en el cerro El Santo. Que pena me da saber que ya se ha ido.

Comentarios

No hay necesidad de templos, no hay necesidad de filosofías complicadas. Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón, es nuestro templo. Mi filosofía es la bondad. Dalai Lama

seres humanos

Los seres humanos no nacen
para siempre el día en que sus
madres los alumbran,
sino que la vida los obliga
a parirse a sí mismos una y otra vez.

Gabriel García Márquez (1927-?)


Porque escribí