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A un mes del desastre telúrico y marítimo, recurrentemente pensé en la fragilidad del ser, y es que ningún poeta ignora esta frágil esencia tanto física como espiritual. Sabido es que desde el estado más débil y carente creamos nuestras obras en busca del mundo nuevo tal Colón en las Américas o en busca de nuestro verdadero hogar como Ulises navegando en pos del Itaca. (extracto de la presentación de mi libro Precipitada-mente sombra).
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Pero la noche también tiene un doble rostro, uno terrible y otro sosegado. Robert Graves, autor londinense, lo ejemplifica bien, partiendo de unas líneas de Shakespeare. Ese poder nocivo que la noche puede generar, ya no por la alucinación causada por la ebriedad sino por la locura producto de los sueños:
El poeta, entonces debe saber que el precio de transitar por los dominios de la Noche puede ser muy alto, sin embargo son esos mismos peligros los que lo fascinan y atraen. (Extracto presentación de mi libro Peregrinaciones en el reino de la noche).
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La poesía requiere de un especial talento que no se encuentra en los libros. El significado de la poesía no tiene nada que ver con el racionalismo. No obstante lo dicho, sólo el/la poeta que ha leído mucho y que minuciosamente ha investigado los fundamentos, es el que llega a los límites últimos. Es preferible no andar por los caminos del racionalismo que enreda en las trampas a las palabras. La poesía canta la emoción y la naturaleza de cada persona... (Extracto presentación de mi libro Sobre las vanas probabilidades).
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