CHAR
¿Acaso te he condenado?
Es cierto, invade la tristeza
Tanta mentira
Tanto sueño desvanecido
Vasijas desplomadas
Tantos años ahogados
Como un mar muerto
Que no dispensa misericordia
Por la frustración
Por las copas rotas
Por la sima inconclusa
Las piernas cansadas
La inocencia despavorida
¿Acaso te he condenado?
Serás tú quién muerda las horas
Serás tú el preso constante
El dueño de castillos
de barro sempiterno
En la violenta senectud
El horror del error.
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