Menguada prisionera soy luego de ser ladrona del goce furtivo donde me cortaron la lengua y mis ojos disfrazaron.
Estoy liada en la marea
que cortó mis alas
Tu palabra virgen
rompió el grito de la sombra
En el sudor de la danza
brilla el bendito chorro
Nunca más
la negrura silente
que trajo el monólogo y la distancia.
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