Mi lámpara,
como la hoja trágica de un puñal,
atraviesa el corazón del alba.
Padrenuestro. Winétt de Rokha.
Abro las cortinas
luego de cabalgar la noche
con lámpara encendida.
La cabeza pámpano furioso
observa el trote de los gusanos
domina los pesados párpados
controla punteros
sueños y apremios.
Izada
en la rutina plañidera
trizo puentes y quiebro rejas
ahuyento espanto repelo
los hilvanes de agujas temibles
las lujuriosas calaveras.
Colgada de los primeros rayos
busco el brillo acuoso del verdor
abandono el secuestro de la luna
el descanso erizado
oscuros respiros.
El trajín del día reposa en mis rodillas
Y el desvelo parece vencido frente
A la pesadilla común:
PAN CAMAS COCINA
UNA AGENDA COMPLEJA
LOS NOMBRES Y LENTES QUE OLVIDO.
Todos sicarios
desvalijan
libros papel lápices diversos
tarjetas de apuntes
horas del día.
Es una confabulación la
arquitectura de los días y noches
una guerrilla frecuente
una hueste habitual
como si yo
como si tuviera
como si tuviera tiempo
para malgastar en bagatelas.