nada de santo precisamente.
sumergido en claroscuro un párrafo insolente.
ese vocablo hipnotiza.
como impúdico o genital.
pero este es un beso.
un manuscrito de un rey en medio de ciegos y sordos.
pálida ceniza.
sombra diurna que se desplaza
suave y pesada-mente.
en especial por la mente.
como un borrascoso telescopio.
excepto que es desatado
antes de verse envuelto en el cosmos ceniciento.
y permanece por los siglos de los siglos.
es más que un tétrico instrumento.
arquitectura inasible de tiniebla
y sueño.
no lo instalen jamás en un mural.
no resulta
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