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Comentarios literarios

domingo, marzo 08, 2015

UN TOQUE (EN LAS FRÍAS RODILLAS, 2006)

Un toque de razón me dice el cigarrillo encendido por segunda vez para evitar un ataque cardíaco. Ay no puedo vivir en este pantano que sobrecoge mis cuerdas en cada latido exaltado pienso igual que Anthony de Mello lo que los seres humanos ven no es lo que hay sino lo que les han enseñado ver. Le hablo a la colilla que cuelga en mis dedos prosigo y tú estas igual mientras me digo líbrate de toda naturaleza humana de ese miedo espantoso a la muerte preocupada de la bruma sin ver más allá de las divagaciones espirituales que te hablan de un edén que estas perdiéndote espabilándote los sesos cometiendo el pecado de escudriñar versos y beber el vino del pensamiento ateo haraganeando frente a un incienso disfrutas del leal confesor en que se ha convertido el papel y cientos de ellos a través del tiempo desaliñada expiras la tristeza que te traen los relatos del infierno. El filtro quema mis dedos y exclamo ¡ave maría purísima! termino de consumar el crimen leyendo a Rimbaud que ataca a la derecha y a la izquierda en sus versos del relámpago y me dice que leyó el Eclesiastés y que Rojas le copió el relámpago para deslumbrar mi patria me cuenta que con un chirrido de dientes le sopló la forma de atrapar los premios literarios que no es tan genial como la academia de la lengua y los reyes creen porque fue él y sólo él que le enseñó el enigma del juego de las palabras mientras se paseaba entre las hermosas derrochando semen en cuanto burdel pilló en sus escapes nocturnos siendo la bestia que copulaba con animalas peligrosas a las que robó el alma en los coitos salvajes y les comió sin piedad alguna el espíritu. Y Rimbaud me dice démosle un poco de  crédito a las mujeres y sus voluptuosas caderas que le inspiraron del loco amor y agrega sin duda él viajó también en el barco borracho y conoció  la miseria cuando supo que senté la belleza en las rodillas en una temporada en el infierno y supo que a las brujas y al odio les confié mi tesoro. La lluvia arrecia y es verde y rojiza y tiene un drama antiguo el mismo que tenemos los humanos enredados en las algas que cuelgan de nuestras cabezas y en nuestra alma de niña encunclillada ante los torpes adultos ay mi corazón lo dejas abarrotado príncipe de los poemas y cargas la jerga del fervor pones en las manos el estandarte supremo que vive porque nuestros ojos se llenan del horrible paisaje de las ciudades del mundo que sólo conocemos a través de la vía satelital nuestros bolsillo están vacíos pero unos pájaros cantan en el árbol que veo a través de la ventana y yo sigo el tambor de sus alas para abandonar la marcha de la monstruosa explotación y sin rubor ni una pizca de prejuicio seguir cabalgando lejos de la religión que rinde culto al dinero y que no termina de expulsar a las poetas del paraíso dejándonos en la cresta de la ola a punto de caer a la sima y donde temblorosas observamos el firmamento lejos del áspero sendero que nos predicen los enanos provistos de celulares y maletines ejecutivos cuando nos ven cobijar las letras huérfanas sin ni un toque de razón.

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Comentarios

No hay necesidad de templos, no hay necesidad de filosofías complicadas. Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón, es nuestro templo. Mi filosofía es la bondad. Dalai Lama

seres humanos

Los seres humanos no nacen
para siempre el día en que sus
madres los alumbran,
sino que la vida los obliga
a parirse a sí mismos una y otra vez.

Gabriel García Márquez (1927-?)


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