¿Qué me queda
en este cuerpo?
¿Qué?
Si todo ha
resbalado en estos años
Tal vez reste
algo de silencio
Mi cuerpo es
prisionero del silencio
¿O mi cuerpo
es prisionero de tu silencio?
Soledades arrastradas
Soledades que
a orilla de locura me tuvieron
-Próxima al despropósito-
De punta a
punta las crisis de pánico
De punta a
punta la violenta presencia
Aquella/
aquella
Lo oscuro lo
absurdo
Las tinieblas
¿Agarrada de
qué me levanto?
¿Agarrada de
qué muevo las piernas?
¿Qué me echo a
la boca a los sesenta?
¿Cuál alimento
proveyó la existencia?
Acaso diré
como Nervo:
“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo…”?
¿No es acaso
locura estar viva?
Locura casarse
a los dieciocho
Locura casarse
y resistir
Locura creer
Locura el
perdón
Locura luchar
por la presencia
Locura
levantar máscaras
Locura
intentar re-comenzar
aquello que no
existió
¿Qué me queda
en este cuerpo?
¿Qué?
-Jamás lo
sabré,
-Mi cuerpo ya
ha atado su lengua-
Y el seso,
sesillo, seso
-Hace
como que no tiene memoria-
Y
luego
la misma
absurda manera de vivir.
¿O morir?
¿Qué me queda
en este cuerpo?
¿No es acaso
locura estar viva?